miércoles, 21 de octubre de 2015

Parasomnia



       No fue casualidad conocerte justo después de despertarme de una larga siesta. Había sido un sábado para olvidar (especialmente), y no había dormido demasiado, ni demasiado bien.

   Se había quedado una habitación libre en la casa, y llegaste en ese momento. Yo, con el cerebro todavía a medio solidificar, me froté los ojos al verte.


       Siempre me he preguntado a dónde van, o de dónde vienen todos esos sentimientos que te invaden cuando te enamoras unilateralmente. Algo en apariencia tan verdadero, y que en realidad es sólo una ilusión. En el sentido más amplio de la palabra. Ilusiona. Poco más. Crees que la amas de verdad. En verdad, la amas de mentira.

   El caso es que también eras maja. Una tía tranquila y agradable, con los pies en la tierra.

Simplemente demasiado perfecta.



     Oh, no, ya no creo en ese amor exacerbado. No es de este mundo. No, gracias. Quizá en otra vida.

 Total, que yo seguí a lo mío y tú a lo tuyo, sin mayor pretensión ni nada remarcable más allá de llevar una buena relación. Cordial. "Diplomática". Tampoco nos cruzábamos casi.


     El piso era un bajo a pie de calle. Una calle tranquila, pero ni las ventanas ni los muros estaban muy insonorizados. Podías escuchar los coches y las conversaciones de la gente al pasar.
    Llamadlo ensoñación, pero una noche escuché llamar a mi puerta. Por dentro. Dos golpes, no más. Medio desperté, y por mi cabeza adormecida lo primero que pasó fue "No". No abras.
    En algunos sueños, y en ese estado en general, todo suele parecer más verdadero, así que no abrí.

         Al día siguiente tenía un vago recuerdo. Pero llamar, llamaron.
Quizá hubiera sido la otra compañera de piso.
   Pero a esas horas. Dos golpes. Y nada más.
 Lo que más me intrigaba era saber qué quería, quienquiera que fuera, soñado o no. Por qué no insistía.

      No te volví a ver en bastantes días, para preguntártelo. Sí vi a la otra, no tenía mucha pinta de haber sido ella. Me lo habría dicho, demasiado extrovertida.
    Cuando te volví a ver, estabas saliendo de casa con un hombre. Yo estaba fuera fumando. Tampoco es que tuviera muchas esperanzas contigo. Todo bien. Cada uno a sus cosas.


      A menudo te dejabas las llaves por fuera de la puerta de tu cuarto. Era algo que me intrigaba también.
   Un día, al volver del trabajo, encontré otra puerta, la del piso, abierta. Creí que habría salido alguien a fumar o tirar la basura, pero no. La dejé abierta un tiempo y no volvió nadie.
    Tampoco le di mayor importancia porque daba a un patio y un portal, y el bloque también era tranquilo. Miré si faltaba algo, de todas formas. Todo en orden.


      Quizá sea la única cosa que tienen en común los sueños y la realidad: si algo se repite varias veces, aprendes. Es la conclusión que he acabado sacando de mis pesadillas. Normalmente me despierto sobresaltado, y entonces descubro que tengo frío, o sed o que necesito ir al baño. Es la forma que tiene tu cerebro de decirte que te tienes que despertar.
    Aunque no catalogaría de pesadilla lo de aquella noche. Lo recuerdo vagamente, pero aparecía una especie de niña que pronunciaba unas "palabras" extrañas. No era angustioso (ni tampoco agradable), pero el mensaje que transmitía era el mismo: levántate, que algo pasa.
    Me levanté para ir al baño. Al abrir la puerta, estabas tu ante ella, en pijama, con el puño levantado. Ibas a llamar.
  - Yushra, ¿estás bien?-
Pero no me contestabas.
- ¿Hola?
    Tan sólo mirabas hacia donde yo estaba, sin parpadear, con los ojos un poco perdidos. La boca algo entreabierta.
   Empezaste a caminar hacia la puerta. Me aparté y entraste en mi cuarto. Te empezaste a meter en mi cama.
- Esa no es tu cama. Ven, te acompaño. -
       Por un momento te detuviste completamente. Después te dirigiste hacia mí lentamente, y me cogiste del brazo.
   Te llevé despacio hasta tu habitación y te metiste en la cama. Me agaché para arroparte y me empujaste por el hombro hasta la cama. Me abrazaste, y te quedaste dormida.
    Te abrí con cuidado los brazos, y salí del cuarto. Cerré la puerta.


       Al día siguiente tampoco te vi. Cuando lo hice, nos saludamos, cruzamos algunas palabras. No parecías recordar nada. Tampoco creo que sirviera de mucho decírtelo, ni que fuera a cambiar nada. Todo bien, cada uno a lo suyo. Tú con tu novio, yo con mis penas y glorias.

      Lo dejaremos así. Será un secreto entre tu subconsciente y tú. La mujer de mis sueños.


viernes, 16 de octubre de 2015

Aire (o La Muerte de la Música)



   No se pueden poner puertas al campo, aparentemente. Y, sin embargo, se ponen. No se puede cobrar por el sol, y también se hace. Si los arboles dieran wifi bla bla bla bla.

  La música es un fenómeno a medio existir, a caballo entre lo real y lo intangible, de carácter efímero. Por eso quizá tenga un plus de magia dentro de las artes. Dónde está la música. ¿Habrá música el día que no haya un medio para reproducirla?. Si un árbol cae en el desierto y no hay nadie para verlo, ¿sonará música?

  Parece que, finalmente, la música ha entrado en ese dominio de las cosas que no se pueden comprar y que nadie valora, como el aire que respiramos etc. Es aire, al fin y al cabo, en movimiento. Vender música. Vender aire.

  Pero aire procesado. A nadie le parece mal pagar por el agua de manantial. Porque esta procesada. O simplemente embotellada. No nos parece lo mismo con la música. Ha de ser gratis. No importa el proceso. No importa el coste. Nadie esta dispuesto a pagar por ella.

   Y se han acostumbrado a que siga estando ahí, por arte de magia, como el aire que respiramos. Pero el día que se tale el ultimo árbol os daréis cuenta de que el dinero no se come, decir Gran Jefe una vez (luego ser tiroteado, por cierto). Deberíamos mostrar un poco mas de respeto por el aire, procesado o no. Los músicos deberíamos dejar de hacer música. Momento que llegará tarde o temprano, aunque muchos crean que no. Por mucho amor al arte que haya, es una iniciativa cada vez menos sostenible. Y vivimos en una sociedad capitalista (menos para la música, parece ser). La muerte de la música ya esta llegando. Nuestra generación fue la primera engañada. Crecimos cuando todavía era un negocio, pusieron ese caramelo en nuestra boca, y cuando tuvimos la edad suficiente para entrar en ese mercado, internet apareció, y todo se había desvanecido.

   Pero qué pasa con las nuevas generaciones. Ellos no tienen ese modelo. Actualmente impera el "downsizing", consecuencia lógica de la falta de presupuesto. Las bandas cada vez son mas pequeñas y ofrecen menos espectáculo, obviamente. En muchos casos es tan sólo una persona, como el caso de la música electrónica o los artistas producto de programas de televisión. Obviamente cada vez hay menos puestos que ocupar, y por tanto menos ejemplos para soñar. Las carreras son mucho mas cortas también. Fast food. Quien se acuerda de aquel que participó en la segunda edición de Operación Triunfo. Un par de años de gloria prefabricada, en el mejor de los casos, y para casa. Por tanto, cada vez menos gente querrá dedicarse a eso, aunque los medios (equipos, etc) se hayan popularizado mucho. Tenemos, por tanto, muchísimos mas músicos amateur y muchísimos menos profesionales. Como los jóvenes no tienen experiencia ni medios ni oportunidades, se alarga la edad de "jubilación" hasta lo ridículo. Vuelven todos los sexagenarios cuando han dilapidado la fortuna que hicieron en drogas y divorcios, acaparando una buena porción del mercado, para más asfixia de la cantera.



    Con toda esta actitud, la calidad de la música ha descendido muchos enteros. "Ya no hay grupos como los de antes", etc. La falsa demanda de "algún incentivo extra" para venderla impulsó a la industria a hacer de ella un reality show, abarcando la mayor parte de la ya exigua cuota de mercado con un subproducto híbrido, en el que prima la imagen sobre el arte.
  El resto de iniciativas son prácticamente amateur. Esta imposibilidad de profesionalización provoca que el producto se haga sin los medios ni el tiempo que requerirían. La calidad se resiente una vez más.

  Los sentidos no son puros. El oídopor ejemplo, tiene mucho de tacto. El cuerpo humano es, en gran parte, agua, que vibra con esos sonidos. Estamos contaminando la musica, igual que el aire. Y tiene efectos adversos en el cuerpo tambien, creanme. Es comida para tu cerebro. No quieres darle basura.


Le hemos perdido el respeto. Le hemos arrancado la dignidad. La estamos matando de hambre, y con eso la estamos obligando a prostituirse. Nos la follamos cuando queremos, y después la dejamos tirada. Y decimos que la amamos. No la amamos. Es sólo una sucia puta que nos da placer temporal. La estamos arrastrando por el suelo. Esta enferma y agoniza, lleva años dándonos signos de ello, pidiendo auxilio.

Nos da igual.


Vaya temón que me he bajado, suena de puta madre en mi iPhone de 600 euros. Me encanta. No podría vivir sin música. Ponme otro frappuccino a 5 euros.





jueves, 15 de octubre de 2015

Las sirenas internas


Basado en hechos irreales


 Sucede que a menudo uno acaba enamorándose, sin quererlo, de una manera unilateral, de si mismo. No podía ser de otra manera: el hermafroditismo de lo intelectual, y, por ende (arriesgada o no, soberbia o tampoco), de lo divino.

   Pero no empieza así desde el primer momento la cosa.



 Yo me enamoré de algo, de alguien, de algo en alguien, de alguien en algo, de algo de mí en ella, de algo de ella en mí, de algo de ella en ella. Que en realidad era algo de mí en mí. Sea como sea, ese algo o alguien era más real, estaba todavía en la tierra. Y lo sigue estando, en realidad, pero ya se ha creado otra cosa. Un tercero. Ya no somos ella y yo los factores. Entra en juego eso que se ha creado, que ha "nacido". Es el hijo del hermafroditismo intelectual.

  Es, hasta cierto punto, normal enamorarse del hijo. El problema es que, en este caso, el hijo no existe. Tan sólo en mi cabeza. Y lo amas porque se parece a ella, porque te recuerda a ella, pero no es ella. Y amándolo a él no la estás amando a ella.
    Por tanto, lo que al principio estaba basado en algo, poco a poco se va basando en si mismo, se retroalimenta hasta que al final ya no se apoya en la tierra, y entonces despegas, porque, efectivamente, es y se apoya en aire.

       Y todo lo que sube, tiene que acabar aterrizando de alguna manera.


  Yo creía que la amaba. Creía que la escuchaba, creía que la respetaba más que a cualquier otra cosa .
Pero todo me gustaba de ella, y eso no es escuchar. Sólo quería oír ciertas cosas.
  Por eso luego te coge por sorpresa que de repente desaparezca. Porque en realidad nunca ha estado allí, y te lo ha estado diciendo todo el tiempo. Pero tú no has querido escuchar eso.

    No te culpes tampoco, es normal. La próxima vez átate al palo cuando canten las sirenas. O, si no, ponte pan de cera en las orejas.

   No lo olvides: el canto es muy hermoso, probablemente una de las cosas más hermosas que encontrarás en esta vida. Pero te pueden devorar, si te acercas demasiado.
   Cuidado con la sirena interna. Resulta que el que cantas eres tú, y el que puede devorarse a sí mismo.
   Empiezas a enamorarte del canto, y te anulas. Hasta lo exteriorizas con palabras: lo daría todo por ella.
 Pero ella no es una mujer. Es una ilusión. No existe, como las sirenas. Sólo en tu cabeza.


      Oh, vamos, no lo darías todo por esa mujer. La prueba está en que, de repente, un día nos decepciona. Se acuesta con otro, falla a los principios morales de la imagen que nos habíamos hecho de ella y nos duele, y la rechazamos.
  No estamos dispuestos a dejar pasar eso. No queremos darlo todos. Hay excepciones. No es tan sencillo quitarse la vida. Al final, siempre hay un acto reflejo de supervivencia.
    Y nos enfadamos con esa persona, cuando realmente nos ha salvado de anularnos, y de destruirnos. Realmente, ella nos quiere más que nosotros a ella.

   No viste esas cosas que no te gustaban antes. No la quieres con ella. No la estás amando bien. No lo darías todo. Por eso ese hijo mental no se hace real. Los niños, las personas, no nacemos en el parto. Ni siquiera en el coito. Puedes verlos venir bastante antes.


  Y crees luchar por ella. Cuando en realidad por lo que luchas es porque te hace sentir bien. Estás enamorado del canto.
  Luchar por demostrarle tu amor. Demostrarle qué. Algo que se demuestra a sí mismo.


    Algunos tenemos demasiada imaginación. Hasta el punto de creerte una mentira que tú mismo has creado.

  "Hice lo que pude". No. Hiciste lo que no podías. "No podía hacer más". Pero podías hacer menos.

        Creaste un ídolo. Pero alégrate. Eso quiere decir, precisamente, que no la necesitas para sentirte así. Si acaso, de modelo, de musa, pero muy de pasada. Ese sentimiento adictivo y maravilloso lo has creado tú. No estaba apoyado en nada en su mayor parte. No se va a ir con esa persona. Nace más de dentro que de ningún otro lugar.



  Sucede que uno se pasa la vida tratando de hacerse feliz y de repente descubres que lo que más feliz te hace es intentar hacer feliz a otra persona.
   Sucede que de repente te quieres aferrar a esa sensación porque te hace sentir bien, y te olvidas de que esa persona quizás ya es feliz, o quizá no quiere serlo, ni tenga por qué.

    Llevar la ambición al amor. Eso hacemos. Y nos genera ansiedad empujarnos hacia esa meta tan complicada, y nos quema. Nos motiva también, sí. Pero si hace falta un motivo, probablemente no es amor.





    Así que voy a llevar a vender el cuadro que le hice. Lo vio en un café, lo quería y le hice una copia, no podía permitirme comprarlo ni tampoco quería.
  Nunca tuvo sentido. Ya no había nada que hacer cuando empecé a hacerlo.

   Unos días después, ella pasa frente a la tienda de segunda mano. Ve el cuadro desde el escaparate. Es justo el que quería. Se lo compra.






martes, 13 de octubre de 2015

El hombre que dejó de tener pensamientos autolimitantes y echó a volar



  He visto en un grupo de facebook de reciente creación una duda bastante común a muchos foros/comunidades de superdotados (transcribo literalmente):

¿POR QUÉ UNO PROFUNDIZA EN CIERTOS TEMAS CON MUCHA INTENSIDAD Y LUEGO LOS ABANDONA ?


Buena pregunta, sí señor.

Supongo que es debido a la naturaleza intrínseca del superdotado y aci. El entorno natural del sd es la vanguardia. Nuestro papel es desbrozar maleza con el machete, somos la avanzadilla que debería explorar y descubrir nuevos lugares, para que OTROS se establezcan allí y desarrollen cosas etc.

  Es decir: nuestro papel es abrir camino, no desarrollar las cosas que descubrimos. Hay mucha gente que puede hacer lo segundo. No tanta que pueda hacer lo nuestro. Por tanto, es la forma mas eficiente de gestionar el talento y el potencial humano de un equipo (o una sociedad).

  Es por eso que el cuerpo te pide seguir desbrozando cuando te estableces en uno de los lugares que has descubierto e intentas desarrollarlo. Es sabio, y te esta haciendo saber (valga la repugnancia) que estás perdiendo el tiempo haciendo algo que no es lo que mejor se te da, y que otros podrían hacer mejor que tu. Lo tuyo es desbrozar.

Por eso es un error y una relativa puta mierda la cultura del esfuerzo y la persistencia que tan a menudo intentan imponernos. «Tienes muy buenas ideas, pero no constancia ». Pues claro, no soy dios. Y tu tienes constancia pero no tan buenas ideas y no te pido que las tengas. Bastante hacemos.

Esto no es orgullo. Es sentido común.


  The revolution will not be televised. La revolución aci comenzara en el momento en que aceptemos nuestra naturaleza por encima de la culpa cristiana y el síndrome de Estocolmo que impera en la actualidad, sobre todo ENTRE NOSOTROS MISMOS. El peor enemigo de un aci no es la gente con inteligencia media, sino otro aci que se reprime. Por algún motivo parece que el hecho de destacar en algo molesta a algunos, y tratan de echarnos abajo destacando otros aspectos en los que no somos tan brillantes. Oh, vamos, tranquilízate un poco. Que sea bueno en esto no quiere decir que lo sea en todo, ni que sea mejor que tu. Unos son buenos en unas cosas y otros en otras. Es un problema de concepto, y en el que se debería "educar".


  Por eso aceptate como eres, genial en algunas cosas, un desastre para otras. Tolerate a ti mismo. Y si a los demas no les gusta, que les jodan. No es tu problema. Es por cosas como esta por lo que otros colectivos (como el homosexual) han salido adelante y nosotros todavía no.



   También en ese mismo grupo de facebook (y en muchos otros grupos de superdotados) se habla de inteligencia emocional, de la felicidad, y se propone esta misma idea: contentarte con lo que eres. Bien, hemos descubierto entonces lo que somos: generadores de ideas. No desarrolladores de las mismas. Muchas de nuestras frustraciones como superdotados vienen de aquí precisamente, de querer ser más de lo que somos. Es más fácil rebajar el listón de tus ambiciones hasta lo que ya has conseguido, o al menos metas cercanas.  Unas veces estas ambiciones frustrantes vienen de fuera (tienes que ser mas constante, tener mejores habilidades sociales etc) y otras de nosotros mismos, nos autoexigimos ser exitosos etc. No tenemos por qué. Esto es lo que nos causa infelicidad. Limitémonos a ser generadores de ideas, aunque no lleguen a ninguna parte. Ya es mucho. Si no somos exitosos no es por factores que estén a nuestro alcance en muchos casos. Ya hemos cumplido nuestra parte. Ya hemos alcanzado el éxito, aunque nadie lo vea, aunque nadie lo valore como tal.

  Encontraremos la solución probablemente, de todas formas. Quizá sea llenar ese gap comunicativo entre nosotros y los potenciales desarrolladores de esas ideas. Nuestra mente rumia sin parar, en un proceso que parece dar vueltas sobre si mismo, pero, inconscientemente, un día encuentra la salida.






   Te amaba (entre tantas otras cosas, inventadas o no) porque nos hacíamos la misma pregunta. Me gustaría haber tenido la respuesta a este y a todos tus problemas. No la tenía entonces, pero quería buscarla contigo. Hoy ya no estas conmigo, y la he encontrado. Por si te sirve de algo.  Aunque probablemente nunca leas esto. O ya lo sabias. Siempre estuviste dos pasos por delante.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El amor es un lobo para el hombre



 El amor es una bestia salvaje que se aberroncha contra el rocaje vivo. Que si duele, que si es maravilloso, que si es una mierda... en realidad es todo eso, forma parte de un todo.

  Por 25 pesetas, bestia salvaje. Un león, por ejemplo. El león es una criatura hermosísima, pero que, si te acercas, te puede comer. Es lo que tienen las bestias salvajes. Son el perfecto ejemplo de que todo en la vida tiene (como mínimo) dos caras.

  Cuál es el error. Acercarse al león sólo considerándolo hermoso, y no peligroso. Entonces, cuando nos muerde, le cogemos miedo y odio, que en el fondo es lo mismo.

  Por qué nos muerde el león. Por qué, Señor, por qué a mí. Pues principalmente porque es una bestia salvaje, y por lo tanto no atiende a los mismos razonamientos. Su mundo está influido por factores muy distintos, que en muchos casos escapan a nuestro control. A lo mejor tenía hambre. A lo mejor estaba nervioso porque le había perseguido un elefante. A lo mejor creía que le ibas a atacar.

  O a lo mejor lo querías encerrar.

  Por tanto, es, de entrada, bastante complicado intentar comprender al león, y bastante absurdo juzgarlo. Es un proceso largo de observación. Si quieres comprender al león, contémplalo desde lejos, mantén una distancia, no lo molestes, y presta atención a cómo se comporta cuando es libre.

  Pero no hace falta ser un leonólogo para acercarse a él. Basta con un mínimo de sentido común: muerde. Una vez que tengamos esto claro, podemos intentar acercarnos a él. Pero siempre aceptando que la experiencia puede ser maravillosa o traumática. O las dos cosas a la vez. Habrá gente a la que le compensará llevarse un mordisco con tal de tocarlo. Habrá otros que no querrán correr ese riesgo.

  Habrá también distintas intenciones a la hora de acercarse a él. Habrá quien sólo querrá verlo de cerca y admirarlo, o estar a su lado porque eso le hace sentir bien. A este tipo de personas normalmente les bastará con verlo cuando se pueda y se den las circunstancias. Otros querrán tenerlo siempre cerca para admirarlo cada día y para ello intentarán encerrarlo. Estos son los que más bocados se llevarán. Y tal vez lo consigan, si logran vencerlo. Pero esa belleza, aunque más continuada, será menor. Siempre es más hermoso un león en libertad que uno enjaulado.

  Lo ideal sería conseguir que sea él quien se acerque o te deje acercarte. Puedes conseguir esto ganándote su confianza, dándole cosas que le gustan, respetando su espacio... pero si algún día lo tratas mal, no olvides que sigue siendo libre, y que puede marcharse corriendo.


  Si, finalmente, el león te ha mordido, lame tus heridas y cúralas, porque si las dejas sangrar puede acabar contigo, y valóralo de todas maneras. Estar cerca de un león, aunque sea por poco tiempo, es algo que muy poca gente consigue. Y si decides acercarte a otro, seguro que lo harás de otra manera.





lunes, 5 de octubre de 2015

Ética



Que no pare la fiesta. Aquí en el este de Londres unos anarquistas han atacado un café hipster por considerarlo un símbolo de la gentrificación. Pero claro, con los verdaderos culpables no tenemos huevos a meternos. No apedrearon ninguna inmobiliaria ni banco. Porque claro, tienen CCTV y abogados muy caros. De la misma manera, nos bajamos música y cine porque en casa no hay CCTV, pero luego no nos quejamos cuando nos piden 10 euros por un cubata o 5 por un paquete de tabaco.

 Somos anticapitalistas para lo que queremos.

  En tiempos de crisis es cuando descubrimos que los punkis tenían razón. Sí, ellos vieron venir todo esto hace muchos años. Pero si ahora en vez de seguir atacando al causante de todo esto atacas a la moda imperante, estás siguiendo esa moda. Tu anarquismo es una pose también.

  El sistema. Otro viejo problema al que se lleva siglos dando vueltas, cuando la solución quizá es más sencilla de lo que parece. Cuál es el verdadero problema, el sistema? El capitalismo ha fracasado, sí, relativamente. Pero también lo ha hecho el comunismo (relativamente también). Qué es mejor entonces. En este punto es cuando descubrimos (o deberíamos descubrir) que cualquier sistema podría funcionar y ser válido. Pero siempre que se utilice con ética.

  El dinero es malo. ¿Sí? ¿Te pega? ¿Te muerde? El dinero es una herramienta neutra. Un martillo, ¿es malo? Es bueno para clavar clavos, es malo para estrellarlo en la cabeza de otro. ¡Acabemos con los martillos!

  La ética. Esa misma que todo el mundo quiere borrar de las escuelas, porque "no sirve para nada". Igual que la filosofía. Pero luego votamos a partidos de mierda y nos damos cuenta de que, llegado a este punto, las personas valen menos que el dinero y que las pasamos putas para garantizar cuatro cosas básicas, y entonces nos preguntamos por qué pasa esto. A lo mejor la ética servía para más de lo que creías.


jueves, 27 de agosto de 2015

Manual de instrucciones para la vida del adulto superdotado


Bien amigos. Todos o gran parte de nosotros compartimos una historia común. Pero cual es exactamente:


Llevamos una vida "normal". A la medida de la mayoría (a ver, por fuerza. No nos queda otra...). Pero eso nos acaba generando un vacío que va creciendo a lo largo de los años. 

Entonces intentamos, de manera paralela por lo general, llenar ese vacío intentando llevar "una segunda vida". Un plan B. Perseguir tus sueños bla bla bla. 

Pero qué pasa. Que, al dedicarle mas tiempo a la vida corriente que al plan B, esta va comiéndole terreno y cada vez mas nos vamos metiendo en el lodazal. Y cuando te quieres dar cuenta estas hasta las orejas. 

No queremos ser uno mas, no nos satisface ser otro "borrego" con su tele su piso y su coche. Aunque quizá sea, paradójicamente, la opción mas inteligente, pues tarde o temprano probablemente acabes claudicando y volverás al mismo punto que todo el mundo pero habiendo perdido mucho tiempo y dinero en tu plan B fallido. 

Pero eso sí, si decides abrazar desde el principio esa vida ordinaria prepara el estómago. 

A no ser que tengas una pareja que te llene lo suficiente como para compensar ese vacío, y te merezca la pena centrarte en tu vida personal a pesar de lo insatisfactorio de la profesional. 

Pero ay, amigos. Esta es la jugada maestra... 

Probablemente al alcance de pocos. 


Una vez estuvimos en una romería en un pueblo del Jaén profundo. La gente ahí con 19 años estaba casada ya y con críos. Nosotros tendríamos 26 o 27 de aquellas, y nos dijo una:

- Ea. Y vozotro teneih novia
- No.
- Y porque
- Pues yo que se
- Vozotroh no teneih novia porque zoih DELICAOH


Pues eso.

martes, 11 de agosto de 2015

Las formas



  Respeto. No hay que faltar al respeto. Está feo llamar a la gente "paleta" e insultarla.

Faltar al respeto ahora es solo insultar.


 Porque la humildad es una virtud del que tiene algo de lo que presumir y no lo hace. Por toda esta mierda se admira a Iker Casillas, que tío más majete, que gana en una semana lo que tú en tres años y no presume.

  Desengáñate. Lo que admiras de eso es que tiene algo de lo que presumir, no que no lo haga. Que es admirable, desde luego, pero qué pasa cuando no tienes nada de lo que presumir. No te quedan más cojones que ser humilde, efectivamente. Eres humilde POR FUERZA. Y nadie te valora como a Iker Pajillas, aunque ni falta que hace, realmente.


  Qué pasa con todos esos que no pueden ser admirados por ser humildes solo porque no tienen nada de lo que presumir.

  Por qué es humilde Iker Casillas. Porque se le ha dado la oportunidad de serlo. Otros son arrogantes, si. Pero qué pasa con los que no tienen la oportunidad de que les dejen ser una cosa o la otra.
  A ver si te crees que Iker Casillas es el único buen portero que ha habido en España y en el mundo. Cuantos Ikeres Casillases habrá por ahí que no han tenido su suerte.

  Pero claro, no se acostumbra a pensar en la otra cara de la moneda. Probablemente todos esos chavalotes estarán muriéndose de asco esperando una oportunidad de desarrollar su potencial. Y vendrá el típico imbécil y dirá: "pero es que tú no juegas tan bien como Iker Casillas". No te jode el lumbreras de los huevos. A lo mejor porque no me ha cogido un equipo importante con los mejores medios y mentores, que no me han mantenido y por tanto he tenido que trabajar en curros de mierda y desarrollar una carrera de mierda que me ha impedido estar 8 horas al dia jugando al maldito fútbol.

  Pues no me da la gana ser humilde, aunque no tenga absolutamente nada. Moralmente ya hemos ganado. Pa chulo mi pirulo.

La superdotación ha muerto




Disculpen el tono, es que hay que aguantar cada cosa que se crispa uno. Luego me dicen que tengo el carácter agriao.


 El CI. El CI ha muerto. Todo el mundo dice "el CI es una puta mierda", pero nadie propone una alternativa medio sensata. "El CI es solo un número, no significa nada". Y tu peso es solo un número, pero si estas gordo como una vaca y no cabes en el coche a lo mejor si empieza a significar algo. O si pesas 40 kilos y mides 1'70. Que no dejas de ser persona por pesar eso? Pues claro que no. Pero son casos en los que quizá sí ese número afecta a la vida de esa persona.

 Pero no, para nuestros amigos los jipis, el CI es solo un numero anticuado que no significa nada. Entonces llegan los Tourones y proponen, atención al dato:

- Las inteligencias múltiples. Bravo. No sabes ni definir una y quieres definir siete.

- Los tres anillos. Para ponerse a cagar. Ahora todo el que es superdotado tiene que ser creativo.

Y un etc etc de tonterías que en vez de simplificar la cosa todavía la complican más, a sabiendas de que la mayor parte de la población ni siquiera sabe lo que es el CI todavía.



  El CI es inexacto, sí, es impreciso, es una herramienta que dista de ser perfecta o la panacea, pero mide ALGO. Pregúntate qué es ese algo. Deberías hacerlo antes de avanzar. "Es la inteligencia lógica bla bla lingüística". Seguro? Piénsalo otra vez. Paleto.


 Total, que de todas las teorías que guarrean el concepto hasta dejarlo irreconocible, por fin aparece una alternativa medio sensata.


La polimatía.



No, no sustituye al CI. Ni siquiera tiene nada que ver con la inteligencia, o si. Ni con la creatividad, o también. El único avance sustancial que supone el término es su aproximación más multidimensional al fenómeno. Algo que debería ir implícito en muchas cosas, pero parece ser que no.


 No se puede hablar de inteligencia en 2 ni 3D. No es un concepto que se pueda interpretar de manera binaria ("Eres listo" o "eres tonto"). Es muchísimo más complejo. Hay miles de escalas de grises intermedias, es más, que se ramifican en todas direcciones. Si se parece a algo, es a un poliedro. Igual que la "realidad", si es que tal cosa "existe" o tiene sentido.


http://www.projectpolymath.org/

Échale un ojo, cacho perro.


  Efectivamente, es una secta de puta madre pero la idea es buena. Quizá demasiado. A juzgar por la Historia, no tardarían en llegar millones de paletos para destrozarlo todo. Por lo menos esta vez está más enfocado a quienes realmente están interesados en ese tipo de vida (con suicidio colectivo, pero no pasa nada porque hay unas naves que están esperando detrás de la luna que te rescatan), y por tanto deja más en paz a los demás, no obliga a ningún palurdo a hacer nada, error que si cometieron en el pasado Jesucristo en persona, Lenin en persona y Manuel Azaña en persona, los jipis en persona etc etc de otros iluminados que quisieron imponer un mundo mejor a todo el mundo y no solo a aquellos que lo querian realmente. Porque ignoraron el poliedro. O blanco o negro. A tomar por culo la bicicleta. Llega el ejército y te aplasta con la fuerza bruta. Bruta. Paleta.


 De todas formas todo esto no es más que vanguardia pura, no sirve de nada realmente tener cierta idea de lo que va a pasar en 20 años. Para qué. No va a suceder más rápido por eso y te va a generar más frustración que otra cosa.


  Así que nada, a esperar. El milagro.







lunes, 10 de agosto de 2015

Orgullo





Qué poquita dignidad nos queda.

Nos lo habéis negado todo. Nos habéis negado un lugar en vuestra mierda de sociedad. Nos habéis negado una educación adecuada y más tarde nos habéis negado un puesto de trabajo digno. Nos habéis abandonado a nuestra suerte. Habéis salido del paso como habéis podido y nos habéis forzado a buscarnos la vida. Nos estáis quitando la salud física y mental con ello.

Oh sí, follamos poco. No nos habéis invitado a la fiesta, qué esperabais. Se nos han quitado hasta las ganas de follar de tanto aguantar vuestras gilipolleces. Habéis lavado el cerebro a muchos de nosotros hasta el punto de que ya no saben ni quién son y quieren ser estúpidos como vosotros.

Nos habéis negado hasta un nombre. No existimos.

Y ahora resulta que tampoco podemos ser o estar orgullosos. Hasta eso nos queréis quitar.


  Pero quién cojones os creéis que sois. Tenemos un coeficiente intelectual por encima del 98% de la población y os atrevéis a cuestionarnos sin tener ni puta idea de lo que estáis diciendo. Nos teníais que estar rogando vosotros a nosotros, podríamos ayudaros a salir de la crisis y resolver problemas. Pero lo vuestro no es orgullo, claro. Es ser gilipollas profundo.

 Nos parece perfecto que hagáis lo que queráis con vuestra vida y vuestra sociedad, si queréis vivir de esta manera pues genial, oye. Si eres feliz dejando que cuatro listos se lleven tu calidad de vida sólo porque no tienes suficientes huevos para intentar hacer las cosas bien. Pero que no nos afecte a nosotros. No tenemos por qué soportar vuestra basura.

Ya está bien.

 Elitista. Ahora somos elitistas por decir lo que somos. Pero aplaudes a un gilipollas que cobra 10 millones de euros por temporada por darle patadas a un balón. Tú eres imbécil.

 Y encima parece que te tenemos que dar las gracias por las cuatro migajas que nos tiras con desprecio en el plato. Porque si no lo agradeces, eres orgulloso.


  Quitadnos el orgullo también. Es lo único que nos queda. Pero sed conscientes de que entonces no tendremos nada que perder.